Linea de Tiempo ( 1965 - 1979)

La parroquia la Virgen de Nazareth y la llegada de los jesuitas

Antes de la llegada de los jesuitas al distrito, la zona se encontraba bajo el cuidado pastoral de los carmelitas de la parroquia de Santiago Apóstol del Cercado. Esa fue la primera presencia de la Iglesia católica en el distrito. El arzobispo de Lima de entonces, Juan Landázuri Ricketts, había implementado la Misión de Lima (1957), un plan para establecer parroquias y casas de asistencia social en las barriadas en formación en la ciudad. En ese espíritu, a inicios de 1968, Landázuri firmó el decreto de la creación de la parroquia La Virgen de Nazaret encargándosela a los jesuitas. Fue monseñor Luis Bambarén, obispo auxiliar de Lima, quien en febrero de ese año, hizo efectiva la fundación de la parroquia con una misa.

Los primeros jesuitas en llegar al distrito fueron los padres Jesús Cánovas y Jesús Valverde, el primero antes que el segundo. Tocados por el Concilio Vaticano II y luego por su recepción en la Conferencia de Medellín, se dieron cuenta de la distancia entre sus presupuestos sociales y pastorales y la realidad del pueblo agustiniano. Era una misión que los desafiaba a una evangelización renovada, que les pedía no quedarse solo en la administración de sacramentos, sino buscar estrategias para integrar la formación en la fe con la escucha y la solidaridad con las demandas de justicia de las asociaciones de pobladores.

A diferencia de otras barriadas, donde la Iglesia estaría presente desde su formación, en El Agustino, la parroquia se fundó en un distrito ya consolidado y en proceso de crecimiento urbano. El involucramiento de los jesuitas en la zona fue progresivo, pero adquirió su impulso y dirección con los inicios de la etapa de remodelación urbana. La asistencia de los jesuitas a las asambleas de los barrios, como representantes de la parroquia, mostraba una disposición de ayudar y acompañar al pueblo en este proceso, pero con la conciencia clara de que no se trataba de reemplazar el rol de los dirigentes. Una de las primeras acciones fue que ayudaron a la población a elaborar criterios básicos para la calificación de las familias para la remodelación y reubicación. Al no completarse el proceso de remodelación urbana en todo el distrito durante la década de 1980, las prioridades de la parroquia cambiaron, porque nuevos actores sociales desafiaron las líneas y las estructuras pastorales.

Ceremonia de bendición de la primera piedra de la iglesia parroquial de El Agustino por el sacerdote carmelita Félix María de San José, párroco de Santiago Apóstol del Cercado

Una de las primeras comunidades de jesuitas residentes en el AA.HH. Cerro El Agustino. De izquierda a derecha: Aparecen los jesuitas Francisco Chamberlain, Jesús Valverde y Manuel Peirano, y el laico Ricardo Ibáñez.

El cardenal Landázuri dialoga con pobladores de los comités vecinales de El Agustino

Ingreso a la parroquia La Virgen de Nazaret. Producto del “fujishock”, la parroquia se convirtió en un centro de acopio de donaciones de alimentos para ser distribuidos entre los comedores populares. En la foto, se ve a un grupo de beneficiarios recibiendo la asistencia que les correspondía.

El cardenal Landázuri dialoga con mujeres de El Agustino

Monseñor Luis Bambarén y alcalde Danny Lombardy participan de bendición de instalaciones de tuberías de agua potable en la II zona (1968) Testimonio del Sr. Marcelo Yataco: “Nosotros hicimos las zanjas, el que tenía tiempo lo hacía en el día y el que no, lo podía hacer en la noche hasta la 1 o 2 de la madrugada; las mujeres también nos ayudaban alumbrándonos con lámparas y dándonos cafecito.”

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