La expansión demográfica y urbana de Lima es uno de los procesos centrales para entender al Perú de nuestros días. En esa historia, El Agustino, como tantos otros distritos populares, ocupa un sitio destacado, porque se formó como consecuencia del esfuerzo de miles de migrantes que se organizaron en asociaciones de pobladores. En la lucha por contar con una vivienda propia y labrarse un porvenir digno, ocuparon terrenos y levantaron sus barrios, respondiendo con solidaridad y esperanza ante una realidad de pobreza, abandono e injusticia. Esta muestra quiere revalorar la historia de este distrito como un proceso lleno de episodios que revelan ciudadanos organizándose para colaborar en la transformación de las adversidades de su entorno a través de la lucha por el reconocimiento de sus derechos y el diálogo social para consensuar caminos hacia el desarrollo local.

Desde las asociaciones de pobladores ante el problema de la vivienda en los años sesenta y setenta, pasando por la resistencia a Sendero Luminoso y al terror de los años ochenta, hasta la respuesta a las crisis económicas y la carestía de alimentos desde los comedores populares y los emprendimientos, y la articulación de las fuerzas de la sociedad civil para incidir en la política municipal, encontramos una historia forjada por el testimonio de incontables vecinos y vecinas que se hicieron cargo de la realidad que los rodeaba. En tiempos en que la corrupción quiere robarnos la esperanza en que es posible vivir en un país justo y fraterno, hacer memoria de estos hombres y mujeres del pasado, nos alienta a imaginar que es posible forjar una sociedad democrática que aspire al bien común si es que nos decidimos a involucrarnos en lo que ocurre cada día en nuestro distrito.