Linea de Tiempo ( 1986 - 1989)

Los jesuitas y su respuesta a la violencia política

Los jesuitas, desde la parroquia y el SEA, buscaron fortalecer, animar y proteger a los movimientos populares, tal y como lo habían hecho desde su llegada al distrito. Por ello, ante el contexto de violencia política, en 1982, se creó el Comité de Derechos Humanos de El Agustino, que buscó realizar acciones de protesta y sensibilización frente a una realidad de violencia que se tornaba cada vez más preocupante. Como promotora estuvo Pilar Coll, laica misionera, quien en 1987 sería designada como la primera secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Adicionalmente, ayudaron a reinstalarse fuera de El Agustino a dirigentes amenazados de muerte por Sendero Luminoso.

Al ser el distrito una base de operaciones para la incubación de los ataques terroristas, se produjeron continuos operativos de las Fuerzas Armadas y la Policía en la zona, originando, en ocasiones, detenciones injustas. Una de las más recordadas fue en 1988, por parte de la policía. La participación de promotores de SEA en una invasión fue ocasión para que surgieran denuncias falsas sobre la supuesta vinculación de este acto con Sendero Luminoso. La consecuencia fue un violento desalojo y la detención injusta de cinco personas acusados de senderistas. Dos hombres fueron conducidos a la carceleta del Palacio de Justicia y después a la DIRCOTE y tres mujeres retenidas en la comisaría de El Agustino. La intervención del padre Francisco Chamberlain y de monseñor Augusto Beuzeville, obispo auxiliar de Lima, fueron decisivas para lograr la libertad de estas personas.

Semana de Derechos Humanos en la Ribera del Río Rímac. De pie, Roberto Pipa, dirigente de la zona. Como expositores aparece Humberto Ortiz y Félix Guillén

La voz de los protagonistas

“Francisco Chamberlain siguió con su moto al vehículo donde viajaban y, como este no respetaba la luz roja, la moto que conducía Francisco hacía lo mismo para no perder el rastro de la camioneta. Un policía apuntaba con el revólver a su perseguidor y varios le insultaban”.

Félix Guillén, promotor de SEA y detenido injustamente por Policía Nacional

Fuente: Martínez, Emilio. Jesuitas en tiempos de la violencia (1980-1992). Lima: UARM, 2018, p. 71.

La voz de los protagonistas

“El comisario nos recibió cortésmente, nos explicó que de todas maneras los detenidos tenían que ser trasladados a Seguridad del Estado. Después de conversar con ellas en la celda en la parte posterior de la comisaría, Augusto [Beuzeville] y yo caminamos hacia la puerta, pero antes de salir a la calle el comisario nos detuvo y dijo a monseñor Augusto: ‘Monseñor, Ud. por supuesto está libre, pero el padre Francisco no puede salir de la comisaría’. Augusto respondió sorprendido: ‘¿El padre está detenido?’. ‘No, monseñor, está digamos, retenido; no queremos que salga de acá’. Inmediatamente Augusto replicó: ‘Bueno, señor, si el padre está retenido, yo también estoy retenido. No salgo de aquí sin el padre’. De ahí pasamos las siguientes cuatro horas sentados en la oficina del comisario hasta que nos permitieron salir”

Fuente: Chamberlain, Francisco. “He venido para ver si hay algo que hacer: Semblanza de Monseñor Augusto Beuzeville”. Páginas, nº 106, diciembre de 1990, pp. 110-112.

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