Esta primera unidad ubica las raíces de las primeras ocupaciones de terrenos en los cerros y en la parte llana del antiguo fundo “El Agustino”, como parte de los procesos de migración, expansión de la ciudad de Lima y, particularmente, la creación del Mercado Mayorista de La Parada. En ese sentido, hace un recuento de los primeros asentamientos y del rol de las asociaciones de pobladores para defender lo ganado y evitar el desalojo. En el marco de la Ley de Barriadas de 1961, las organizaciones de vecinos lograron paulatinamente el reconocimiento de sus derechos de posesión de los terrenos. En 1965, la creación del distrito de El Agustino les dotó de representación política y abrió un canal de acceso para expresar sus demandas al Estado e integrarse a la dinámica de la metrópoli limeña.