El final de los años ochenta fue un momento de agudización de la crisis económica y deterioro de la capacidad del Estado, que desencadenó en una hiperinflación con consecuencias nefastas para los más pobres. En El Agustino, muchos vecinos comenzaron a encarar el apremiante desempleo con estrategias de supervivencia y autoempleo, a través de bodegas o pequeños negocios familiares. La crisis golpeó también a las organizaciones sociales, por lo que se plantearon la necesidad de generar ingresos para sostenerse y dar empleo a sus socios. Desde la Municipalidad se gestó una propuesta de desarrollo urbano, que planteó organizar el territorio en “Micro Áreas de Desarrollo”. Como respuesta a este escenario, SEA proporcionó a estos actores sociales de capacitación en habilidades empresariales, pero que resaltaba no solamente cuestiones técnicas y la promoción de la competitividad, sino la urgencia de responder a la crisis con solidaridad y trabajo cooperativo, así como la importancia de la conciencia ciudadana y la responsabilidad con el desarrollo comunitario.
Las Micro Áreas de Desarrollo
Durante los años ochenta, las elecciones municipales fueron ganadas por la Izquierda Unida, siendo elegidos alcaldes Alberto Gamarra (1981-1983) y Jorge Quintanilla (1984-1992). Como parte de su proyecto político, en julio de 1987, la Municipalidad puso en marcha el proyecto de creación de Micro Áreas de Desarrollo (MIADES). La idea era dividir el distrito en zonas urbanas con problemáticas similares, desde las cuales se pretendía impulsar la formulación participativa de un plan integral de desarrollo distrital. De esta manera, el gobierno municipal quería descentralizar el poder e involucrar a la población en la toma de decisiones sobre el desarrollo local. La formulación del plan se pensó como un medio para fortalecer a las organizaciones sociales al propiciar un diálogo entre sus expectativas y conocimientos con la planificación del gobierno local, coordinar esfuerzos y afianzar la cooperación con otros actores del distrito. El proyecto de las MIADES significó un giro para SEA, que tomó conciencia de la necesidad de aportar al proceso a través de líneas de trabajo en lo económico-productivo y en el planeamiento urbano.
Mapa de El Agustino agrupado en las MIADES
Asociaciones de empresarios, industriales y comerciantes en El Agustino
Como respuesta al proyecto de las MIADES y a la agudización de la crisis económica a fines de los ochenta, se abrió un escenario que exigía reforzar el posicionamiento de los sectores populares dentro de la actividad productiva. La mayoría de la Población Económicamente Activa (PEA) de El Agustino estaba ligada a actividades informales, y las microempresas eran incapaces de capitalizar pues apenas lograban subsistir en el mercado. Tras el ajuste estructural neoliberal de 1990, aparecieron asociaciones de productores locales, entre las que destacan la Federación Distrital de Trabajadores Ambulantes de El Agustino (FEDITA), la Asociación de Empresarios Industriales en Desarrollo de El Agustino (AEIDESA), la Asociación de Micro Empresarios de Túpac Amaru (AMETA), y la Asociación de Micro Empresarios de Cerros Carretera Central de El Agustino (AMECCCEA). Estas organizaciones ganaron presencia al vincularse con otras organizaciones de El Agustino para poner en marcha alternativas de beneficio conjunto, que les permitieran subsistir en el mercado, así como canalizar programas de apoyo. Esta movilización maduró con la creación de la Cámara de Comercio, Producción y Servicios de El Agustino, en 1994, entidad que ha buscado fortalecer las capacidades empresariales de sus asociados y asumir su representación para impulsar el desarrollo empresarial del distrito.